La actitud de los niños ante la
dificultad que presentan

Lo que realmente ocurre en estos casos, es que ellos aún no son capaces de comprenderlas y tampoco de comunicarse adecuadamente,
de modo que expresar esas preocupaciones y problemas les resulta bastante difícil.
A menudo, estos problemas de comunicación impiden que otras personas
entiendan los sentimientos y necesidades que estos niños presentan; lo que da lugar a sentimientos de frustración,
tristeza o enfado por las limitaciones que estos niños ven que presentan en comparación
con sus compañeros.
Esta situación resulta muy complicada en el hogar:
Para los padres, es muy difícil saber que su hijo tiene problemas de aprendizaje así que lo más común es que les
cueste entender por qué su hijo es así y cuál es el significado del problema. Es posible incluso que tengan dificultades
para comunicarse con su hijo y para
entender y manejar su conducta.
Esta situación también termina influyendo en la actitud y modo de ser de
los hermanos. Estos pueden llegar a reaccionar de diversas formas: pueden sentirse
celosos por la atención extra que se da
a su hermano o avergonzarse por su comportamiento.
En ocasiones, estos también son objeto
de burlas en la escuela y puede que se sientan tristes por tensiones y riñas que se dan en la familia o entre los padres.
Con frecuencia, acaban asumiendo un
papel que no es el que le corresponde como es el de responsabilizarse del hermano con
dificultades o de los padres estresados.